Tanto en el Dream Team como en los Bulls, este alero compartió varios títulos con el mejor baloncestista de todos y fue fundamental para el juego ofensivo como defensivo de sus equipos; el más importante de Chicago después de “Air Jordan”.
La década del ‘90 fue gloriosa para el baloncesto estadounidense, ya que se pudo ver un gran nivel de jugadores y uno de ellos fue Scottie Maurice Pippen.
Nació el 25 de septiembre de 1965 en Arkansas y en 1987 era elegido en el 5º lugar del draft NBA por Seattle Supersonics, pero rápidamente fue transferido a Chicago Bulls.
“Pip” (como se lo apodaba) era un jugador que podía moverse por distintas posiciones, aunque donde más actuó fue como alero.
En 1990 sería su debut en el Juego de las Estrellas y al año siguiente conseguiría su primer anillo, siendo Jordan y él los más importantes del equipo.
Luego esta pareja de grandes jugadores llevarían a los Bulls a conseguir dos ligas más en forma consecutiva.
En medio de ese gran momento en la NBA, Pippen fue seleccionado para jugar los Juegos Olímpicos de 1992. Allí se convirtió en un jugador fundamental de aquel Dream Team ganador de la medalla de Oro.
En 1994 Pippen consiguió el MVP del Juego de las Estrellas e hizo una gran temporada, sin embargo la ida de Jordan equiparaba a Chicago con los demás equipos, por lo que quedarían cerca del anillo.
En 1996 otra vez con la dupla excelente de los Bulls, a la que se sumó un gran Dennis Rodman consiguieron otro título NBA, con una marca de 72-10 (partidos ganados-perdidos) en la fase regular. Luego se daría otro tricampeonato con los anillos de 1997 y 1998.
Scottie Pippen sería traspasado a Houston Rockets, pero no duraría mucho allí, por lo que fue transferido a Portland Trail Blazers. En este equipo se mantendría hasta 2003-04 alcanzando una final de conferencia en su primera temporada.
Terminó su ciclo en los Bulls, tras volver como agente libre y su número 33 fue retirado en 2005. Aunque en 2008 volvió a jugar, pero en Torpan Pojat de Finlandia.
Sin duda que la carrera de Scottie Pippen es intachable, por algo fue elegido entre los mejores 50 de la historia de la NBA.